El "sabio", en cambio, es el ideólogo de la trascendencia.
Para llegar a ideólogo ha tenido que rescatar y hacer suya la antigua filosofía del pueblo en cuestión, por lo que se convierte en un Guardián de la Sabiduría Antigua.

¿Y porqué su pensamiento ha de ser fiel continuador y actualizador del pasado? Las respuestas ha esta pregunta son varias:
- Un pensamiento, una cultura, no se improvisa, sino que se construye en un muy largo proceso de formación, puesta a prueba y consolidación. Esto se denomina "experiencia extensa". Cuanto más extenso sea ese proceso mejor adecuado a la realidad estará, y entonces estaremos hablando de una "cultura adulta", con respuestas atinadas, pertinentes, duraderas, eficaces; sabias.
- Por otra parte, la antigüedad de la cultura de pertenencia otorga una identidad honorable, y derechos de ocupación territorial.
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